Un sistema de quemador de gas convierte eficazmente el gas en calor y permite un control preciso para una amplia gama de requisitos de potencia. Los quemadores más pequeños, de hasta unos 10 MW, suelen diseñarse como quemadores monobloque, en los que el ventilador del aire de combustión está integrado directamente en el quemador. En cambio, los sistemas más grandes utilizan ventiladores externos y, a menudo, quemadores piloto independientes para conseguir un encendido inicial fiable a potencias superiores.
Para los quemadores más pequeños (< 1 MW), se suele utilizar un sistema de control simple de dos etapas, que se activa en función de la presión de vapor en la caldera. Para potencias superiores, se utilizan quemadores modulados de control continuo. Los sistemas modernos se basan en un sistema de control electrónico que utiliza válvulas de control eléctricas para el suministro de gas y aire en lugar de un dispositivo de conexión mecánico. Éstas se ajustan y supervisan de forma óptima mediante un sistema de control del quemador para garantizar la seguridad y la eficiencia.
El uso del
RGQ 5 de RMG optimiza la funcionalidad de los sistemas de quemadores de gas. El
RGQ 5 se utiliza para
determinar la calidad del gas mediante la determinación precisa de parámetros clave como
el poder calorífico,
el número de metano y el
índice de Wobbe . Estos datos se integran directamente en el sistema de control del quemador, por lo que la relación combustible-aire se ajusta dinámicamente en función de la composición actual del gas. Esto
minimiza las pérdidas de gases de escape,
aumenta la eficiencia y
mejora la fiabilidad del proceso.
Los quemadores de gas especiales, como los quemadores porosos, trabajan con convertidores catalíticos y reducen así las emisiones de óxido de nitrógeno, al tiempo que aumentan el rendimiento térmico. La integración del RGQ 5 en estos sistemas permite un control aún más preciso y contribuye a la optimización del control de emisiones.